Si hacemos un ejercicio de observación de todo lo que nos rodea y protege, como del clima de
los excesos de agua aire entre otros, además tenemos la comodidad suficiente para
realizar las actividades cotidianas y laborales, vemos, sentimos y escuchamos que
fueron elaboradas por muchas manos, que de generación en generación van
aportando sus talentos de acuerdo a las vivencias propias. Manos que lograron
transformar los materiales más duros como el metal, la piedra, la madera en diferentes
formas de vivienda. Manos que han construido a través de su ingenio artefactos
maravillosos que sorprenden todos los días.
Estas manos en el taller de artes y oficios también crean, transforman, convierten en
algunos momentos de manera espontánea en otros dirigidas, con la intención y el
pensamiento que pueden dar lo mejor de sí, y lo más maravilloso es que estas manos a
veces no tienen la fuerza necesaria para realizar lo que desean, por diferentes motivos,
efecto de medicación, alguna situación de salud, que no les permite hacer lo que sus
planes, pensamientos desean, sin embargo esto no es una barrera para hacer, crear y
sentirse bien, cada día eligen lo pueden hacer, se observan sonrisas, cuando hay un
producto final elaborado de manera colectiva y los más importante sus manos
participaron.
